ARTICULO EN LA PAGINA DE LA LNFS.

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Apóstoles del futsal
1 febrero 2010
Este último año he podido comprobar la gran aceptación que tiene el fútbol sala (tanto en Japón, Italia o Rumanía), a nivel de practicantes, fuera del ámbito federativo, es decir, como objeto de esparcimiento en las diversas ligas locales o campeonatos y torneos. Eso sí, los tres países coinciden en que estas competiciones se disputan en pistas de césped artificial y en su mayoría están organizadas por entidades privadas con ánimo de lucro.

En Rumanía existe una característica, por desgracia, que diferencia a este país del resto: la de la disputa de los partidos con cinco jugadores de pista y un portero por equipo, utilizando un balón de fútbol 11. Esta situación hace que el esférico esté continuamente fuera de la pista y que existan numerosos balones divididos y poco control del juego, provocando que los practicantes no lleguen a entender los secretos ni las variantes tácticas o técnicas de este deporte y dificultando su comprensión cuando acuden a ver un encuentro de la liga rumana federada.

Eso sí, en los tres países mencionados se ofrecen partidos con carácter semanal por televisión, en canales de pago en Italia y Rumanía y en las diferentes televisiones locales en Japón (su asignatura pendiente); ahora bien, la selección nacional siempre se da en abierto y en cadenas de ámbito nacional.

En cuanto al número de espectadores, es impresionante en Japón ,con una media de 2.000 aficionados y en algunos casos hasta 7.000; desconcertante en Italia, con unos 200 espectadores salvo en los play off, en los cuales se pueden llenar los pabellones que no sobrepasan los dos mil espectadores de aforo, y todo ello pese a contar con grandes jugadores brasileños, argentinos o paraguayos; y en Rumanía hay de todo: desde pistas en las que prácticamente se juega en familia hasta casos en que el lleno es habitual, sobre unas 1.500 personas .

En los tres países hay una mayoría de jugadores brasileños en los equipos más profesionalizados, y en cuanto a entrenadores, encontramos que hay españoles al frente de equipos en las tres ligas, cuando hace unos años tan sólo había técnicos brasileños.

Pero la mayor dificultad para que el futsal crezca en los tres la constituye la falta de cursos de entrenadores (aunque en Italia ya se han puesto manos a la obra en este sentido desde hace unos años) y la inexistencia del trabajo con la base a nivel de competición federada en sus diferentes categorías , por lo que los que tenemos la oportunidad de trabajar en el extranjero debemos comprometernos a seguir con el modelo español y ayudar a que se entienda el futsal como lo que es, un deporte con unas características propias, que pueden ser de gran utilidad al fútbol 11 en sus etapas de formación.