Tras el primer partido, costó un poco deshacer la telaraña defensiva de los argentinos…
Sí, son muy competitivos. Da igual a lo que juegues con ellos, que no te van a poner las cosas fáciles. Empezamos perdiendo y ya en la segunda parte, nos enteramos que Rumanía había ganado a Qatar por poca diferencia de goles; ellos sacaron un poco bandera blanca porque veían que nosotros podíamos marcar más goles a Rumanía. Argentina, con el 4-2, se veía bien para pasar como segunda de grupo y el partido se frenó un poco en cuanto a intensidad.
Contra los argentinos, el partido se detuvo durante veinte minutos a causa de una tromba de agua que afectó al sistema eléctrico del pabellón. ¿Te había pasado algo parecido alguna vez?
No, en algún pabellón de partidos amistosos en algún pueblo donde las instalaciones son un poco más limitadas sí, pero a nivel partido de alta competición no me había pasado. El pabellón era muy grande, con muchas localidades pero cayó una tormenta de agua tropical durante media hora. Al ser parqué te resbalas mucho con el agua y es imposible jugar.
¿Esperabais algo más de Rumanía, a la que vencisteis por 7-1?
En Arnedo les ganamos 3-2. Ayer, además de que realizamos un buen encuentro, una vez que nos pusimos 3-1 y Argentina iba ganando por más goles a Qatar, ese resultado a Rumanía no le valía. Tenían que abrirse y salir a la contra y eso nos facilitó a nosotros tener más espacios, jugar más cómodos. No les quedó más remedio que ir a por el partido.
¿Hicisteis ayer el mejor partido de los tres disputados hasta ahora?
Sí, probablemente sí. Por lo que comentó Venancio después y por la satisfacción que se le veía en la cara, nos hizo ver que estamos yendo de menos a más y eso es importante en los torneos.
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